Lo que se puede ver, o lo visible, es a veces confundido con la realidad. La realidad la podemos ver cuando somos capaces de percibirla, mientras que lo visible es solamente las imágenes que nuestro ojo proyecta al ver. Un ejemplo de lo visible es la televisión o las imágenes de una cámara fotográfica, pues estos instrumentos están reproduciendo imágenes, y las imágenes son la visión de una recreación sobre un momento que ha sido capturado, congelado y separado de su tiempo de origen. Cada imagen es un modo de ver las cosas para cada uno.
El modo de
mirar las obras, dependiendo de la situación y del medio de observación
(tiempo, lugar, la propia experiencia...etc.), es decir la perspectiva que
tenemos al mirar un cuadro o pintura, por ejemplo, podía llegar a situar al
espectador como centro del mundo, o no llegar a sentir nada.
En el arte,
como en todo, el sentido de la vista, llega antes a la persona que las
palabras, pero el conocimiento no se adecua a la visión. Lo que sabemos o
podamos creer interfiere en nuestro modo de mirar las cosas. Un ejemplo de ello
es el último cuadro de Van Gogh, que adquiere mayor importancia o con una
impresión diferente en tu conocimiento cuando sabes que fue el último que pintó
antes de suicidarse.
Como se ha
dicho anteriormente, la visión del arte es influenciada por el conocimiento de
sus características, como puede ser el caso del arte marginal. Este arte es un
arte un tanto especial por la peculiaridad de sus artistas, y es que son en su
mayoría enfermos mentales o marginado pero con sensibilidad y producción
artística.
Las obras
del arte marginal son sobre todo de autores que no han necesitado una
preparación, ni maestro. Son obras especiales porque no han sido influenciadas
por la contaminación de los convenios de la sociedad o de la idea social de estética,
sino que son obras originales y auténticas, una expresión de creatividad del
interior siniestro de la mente. Artistas importantes como Adolf Wölflli u obras
como la de Edward Much o Vincent Van Gogh.
Así la gran
mayoría de las obras se clasifican en el Art brut, un término francés referente
a Arte bruto, un arte grosero, salvaje, brutal, crudo y violento. Y con ello
han adquirido una gran importancia.
Reflexionando
sobre lo anterior hablado, nos damos cuenta de que el arte, cuando lo
contemplamos, o somos conscientes de sus características, o de las situaciones
que influyen en nuestra observación, puede expresarnos una gran cantidad de
sensaciones que incluso a lo más siniestro o lo más raro, podamos sacarle un
valor como puede ser su belleza, o incluso todo lo contrario. Además podemos
darnos cuenta de la gran diversidad de personas que pueden plasmar el arte
desde su punto de vista, que pueden llegar a ser obras tan importantes como las
de profesionales, como es el caso del arte marginal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario